Publicaciones de historias con reflexiones y moralejas que nos ayude a ver el mundo de otra manera y nos enseñe a vivir mejor.
viernes, 12 de octubre de 2018
EL CABALLO EN EL POZO
Un campesino poseía varios caballos que le ayudaban en los trabajos de su hacienda.
Un día su capataz se presentó nervioso y le contó que el mejor caballo que tenía en la hacienda se había caído a un viejo pozo abandonado.
Al conocer la noticia el campesino acudió rápidamente al pozo para ver con sus propios ojos cual era la situación de su valioso caballo.
Por suerte el caballo no se había lastimado pero el campesino enseguida se dio cuenta que sacarlo de allí resultaría una tarea difícil y muy costosa debido a la gran profundidad del pozo.
Su situación económica no iba bien, no estaba pasando por un buen momento debido a las malas cosechas de los últimos años.
Analizó fríamente lo ocurrido y vio que sacar al caballo de allí tenía un precio más elevado que lo que valía su caballo así que tomo una durísima decisión. Le pidió a su capataz que lo sacrificara tirando tierra al pozo para enterrarlo. Pensó que era mejor para el caballo morir rápidamente asfixiado que morir lentamente a causa del hambre y de no poder moverse allí abajo.
De manera que el capataz ordenó a varios de sus hombres que empezaran a tirar tierra al pozo y así lo hicieron.
Pero el caballo en lugar de quedarse quieto dejando que la tierra lo cubriera, se movía y sacudía la tierra cayendo ésta al suelo del pozo. De manera que cuanta más tierra lanzaban los empleados menos hondo se hacia el pozo y el caballo iba subiendo y subiendo. Hasta que finalmente logró salir.
Al final resultó que la tierra que lanzaban los hombres con la finalidad de matar al caballo, se transformó en su oportunidad para salir de allí.
martes, 2 de octubre de 2018
LAS RANITAS
Erase una vez una carrera de “ranitas”. El objetivo era llegar a lo alto de una gran torre. Había en el lugar una gran multitud de espectadores… Mucha gente para apoyar y gritar por ellas.
Comenzó la competición. Pero como los espectadores no creían que las ranitas pudieran alcanzar lo alto de una torre, lo que más se oía era: “¡Qué pena! Esas ranitas no lo van a lograr, no van a poder…” Y las ranitas comenzaron a desistir. Pero había una que persistía y continuaba la subida en busca del logro. La multitud continuaba gritando”¡qué pena, no lo van a lograr, no lo van a conseguir…!” Y las ranitas estaban desistiendo una por una, menos aquella que continuaba tranquila, cada vez más segura. Y al final de la carrera, todas desistieron, menos ella… La curiosidad se apoderó de todos; querían saber lo que había ocurrido. Y cuando fueron a preguntarle cómo lo había conseguido, cómo logró hacer la prueba, fue cuando descubrieron que era SORDA.
Este cuento ilustra como en la vida no podemos esperar siempre la aprobación de los demás para cumplir nuestros sueños y objetivos, podemos aceptar consejos por supuesto, pero si realmente creemos en algo tenemos que hacer realidad ese sueño, nos lo debemos a nosotros mismos.
Este cuento ilustra como en la vida no podemos esperar siempre la aprobación de los demás para cumplir nuestros sueños y objetivos, podemos aceptar consejos por supuesto, pero si realmente creemos en algo tenemos que hacer realidad ese sueño, nos lo debemos a nosotros mismos.
No permitas que personas con el mal hábito de ser negativas derrumben tus mejores y más sabias esperanzas de tu corazón.
Recuerda siempre: Hay poder en nuestras palabras y en todo lo que pensamos. Por lo tanto procura ser siempre POSITIVO.
Sé sordo cuando alguien te dice que tú no puedes realizar tus sueños… Piensa además que tu boca tiene poder: una palabra de aliento a alguien que está pasando un mal momento, puede reanimarlo y ayudarle a salir adelante… Una palabra destructiva puede ser lo único que se necesita para destruirlo… Seamos cuidadosos con lo que decimos.
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